14 de abril de 2008

¿Escuchas lo que escucho?


"SIN EXAGERACIÒN, EL FETO PUEDE SER LLAMADO CON TODO DERECHO UNA MARAVILLA DE CONOCIMIENTO, CONCIENCIA Y PERCEPCIÒN."



"El llega al mundo con los ojos alertos, las pequeñas orejas y oìdos como antenas vivientes que escudriñan las frecuencias de la conversaciòn en el cuarto. Localiza la voz de la madre usando sus oìdos y sus ojos."

Desde su primer desarrollo en el vientre materno el bebè està alerta y conciente, puede oìr y responder al sonido. Las bocinas de los autos pueden hacer que el bebè salte. Su corazòn se acelera.

Cuando Peter Hepper, de la Universidad de Queens en Belfast, tocò repetidamente la canciòn de una popular telenovela a fetos de 30 semanas, ellos se tranquilizaron. Y despuès de nacer, los bebès se mostraban atentos al escuchar la tonada.

"...Cuando un altavoz dirige sìlabas al vientre de una mujer embarazada, el corazòn del feto late despacio, lo que significa que pone atenciòn. El latido se acelera a medida que el feto se va aburriendo con los sonidos, y se vuelve a hacer màs lento si llegan nuevos sonidos al vientre materno."

El feto recuerda algunas experiencias y puede alterar su conducta como resultado de ellas.

La herida se sana, pero la cicatrìz permanece...


Màs allà de la lucha de ideales y retòrica,existe la dura realidad de que las mujeres sufren mental y emocionalmente la agonìa del aborto. En algunos casos, pasan varios años antes de que la mujer experimente una profunda reacciòn. El Dr. James Fogel, psiquieatra y obstetra, asì como abortista, reconoce el efecto que tiene el aborto en la madre:

"El aborto es un tema apasionado...Toda mujer- no importa su edad, situaciòn o sexualidad- sufre un trauma cuando destruye un embarazo. Algo de su benignidad queda afectado. Eso parte de su propia vida. Destruye un embarazo, se destruye a sì misma. Es posible que esto sea inocuo. No viene al caso si una personalmente piensa o no que ahì existe una vida. Es imposible negar que algo se està creando y que esa creaciòn està teniendo lugar fìsicamente...Por lo tanto, el aborto no es un hecho tan inocuo y casual como muchos de los pro-abortistas insisten que es. Se paga un precio psicològico. Puede ocacionar la enajenaciòn mental, o el distanciarse de todo calor humano, o quizàs un endurecimiento del instinto maternal. Cuando una mujer desruye un embarazo, algo sucede en lo màs recòndito de su conciencia. Como psiquiatra sè que es asì."


Linda Bird Francke, una periodista profecional y feminista, describe còmo, al encontrarse ante un embarazo inesperado, la decisiòn de abortar parecìa lògica y pràctica hasta que ella y su esposo estaban esperando su turno en la clìnica:

"De repente, la retòrica del aborto, las marchas pro-aborto en las que habìa participado, los telegramas enviados a Albany en contra de los amigos del feto, los botones de Cero Aumento de Poblaciòn que me habìa puesto, todos se me fueron al suelo, y me encontrè sola con mi bebè microscòpico..."

Francke se acuerda de còmo hizo el esfuerzo intelectual de concentrarse en cuàn pequeño era el feto y por lo tanto cuàn imposible que pudiera ser humano...su propio cuerpo le seguìa insistiendo que habìa una vida real creciendo dentro de ella. "Aunque era capàz de marchar hasta el agotamiento para defender el derecho de una mujer de decidir ser madre o no, descubrì que yo no era esa mujer moderna que creìa ser". Ansiaba que su marido abriese "violentamente" la puerta para detener lo que estaba sucediendo. Cuando eso no pasò, le suplicò al doctor que parara. Pero ya era tarde ..."la vibraciòn de la aspiradora señalaba que el procedimiento de evacuar mi ùtero ya se habìa completado, mi bebè habìa sido aspirado como cenizas al final de una fiesta". Francke ha revelado còmo, durante horas de descanso, cuando tenìa tiempo para reflexionar sobre la belleza de la naturaleza, experimentaba "visitas" de su bebè abortado. Su "pequeño fantasma" benigno venìa a ella y la saludaba con su manita. Y ella, entre làgrimas, le devolvìa el saludo queriendo asegurarle que siquiera fuera posible que retornara, ahora tendrìan para èl un lugar en sus vidas ocupadas.

Cinco años màs tarde Francke escribiò La ambivalencia del aborto, libro en el que incluyen las reacciònes a la experiencia del aborto de otras mujeres, parejas y hombres. Sus entrevistas concuerdan con los resultados obtenidos por otros investigadores. La mayorìa expresaron culpa, remordimiento y sentimientos negativos en relaciòn con sus abortos. La mayorìa se percatò de que en el aborto està envuelto un bebè.

10 de abril de 2008

Mi Dios es real...di sì a la vida


Mi Dios es real...di sí a la vida.
Una mujer que estuvo a punto de abortar en una clínica de abortos nos cuenta su historia.
Carta recibida el 27 de Agosto de 2002.
Mi historia fue un maravilloso milagro de Dios. En el mes de mayo del año 2001 quedé embarazada. Vivía en un ambiente del modelaje, las modas, los fashion shows, castings, shootings, promociones, pesaba solamente 90 libras, y mi mayor ambición "verme bien, no engordar". Mi novio se protegía con preservativos pero ese 22 de mayo de 2001, el preservativo se rompió, yo supe desde ese instante que estaba embarazada. Comencé a experimentar los cambios en mi cuerpo, náuseas, mareos, sueño, cansancio, me decía a mi misma, "no puede ser", cuando vi POSITIVE en esa prueba de sangre me quise morir, grite y lloré hasta más no poder, no quería tener un hijo, no lo quería, no podía tenerlo. Vi mi vida echa pedazos, mis sueños obstruidos, mis metas desechas, mi cuerpo, mi afán por el modelaje, todo, todo había terminado, pero encontré la "solución a mi problema", EL ABORTO. Así fue que fui a una clínica de abortos, recuerdo que al llegar tan solo al estacionarme un inmenso dolor rodeo mi corazón, un sentimiento maternal me agobiaba, un llanto continuo comenzó a surgir de mí, no-tenia consuelo. Comencé a pedirle a Dios perdón y a mi bebé por lo que iba a suceder en ese lugar. Me sequé las lágrimas y entré, llené mi record, pero un escalofrío, un miedo horrible se apoderó de mi vida, presentía que me podía morir en ese procedimiento, pero pensé nuevamente, "no, no puedo tenerlo". Recuerdo que me llamaron y yo le dije a la secretaria "yo quisiera antes de abortar, que me realicen un sonograma, para ver, aunque sea por última vez, no sé lo que haya ahí". Me cambié de ropa, me puse mi bata, mis chanclas y mi gorro, me senté a esperar en un sillón reclinable junto a unas 5 mujeres más listas ya para cometer ese crimen al igual que yo. Cuando tocó mi turno, mis piernas temblaban, me acosté en la camilla, dos enfermeras totalmente frías me ayudaron en el procedimiento, luego llegó un hombre alto, rudo, serio, asesino. Me trató mal desde un principio, tan pronto me vio, comentó "no me gusta como se ve esta muchacha", me indicó las instrucciones, me dice "te voy a realizar un endovaginal, aquí vas a ver lo que tienes ahí adentro, y yo veo en la posición en que está para luego succionarlo con este instrumento". Tan pronto introdujo el tubo para realizarme el endovaginal, me queje de dolor fue muy brusco y él me contestó "nena, si te duele esto, prepárate para lo que viene después", yo me quería ir, me sentía mal, tenia mucho dolor, pero ya estaba allí y lo iba a hacer, estaba decidida, con dolor en mi alma. Pero como allá arriba hay un Dios Grande que todo lo ve y todo lo sabe, este médico me dice: "¿tú estas segura que estás embarazada?", le contesté "si, lo estoy", me dice "¿trajiste tu prueba?", miró el record, vió la prueba, y yo digo ¿que pasa? y él me enseña la pantalla y me dice "no hay nada", realmente no veo nada, no veo absolutamente nada y ya tienes 1 mes de embarazo se supone que se vea, tienes que esperar mas tiempo". Yo le dije "no hay problema, vendré luego", pero tan pronto yo salí de aquella clínica, yo dije "Dios mío, que es esto". Fácil, Dios es tan y tan grande que no permitió que mi pequeño bebé se viera, porque mi hijo tenía que nacer. Al día siguiente fui donde una prima mía enfermera y le pedí que me hiciera un sonograma, ella me llevó al hospital donde trabajaba y en la sala de maternidad, me realizaron un sonograma, le conté lo que me sucedió en aquella clínica que no se veía nada, y para mi sorpresa tan pronto la muchacha colocó aquella máquina en mi abdomen apareció una pequeña cosita latiendo, era el corazoncito de mi bebé, pude ver la bolsita todo, que Grande es Dios! Decidí tener a mi hijo, continuar con mi embarazo, y el 31 de enero de este año tuve la felicidad más grande de mi vida, pude tener por cesárea mi primer hijo varón, fue la emoción más grande de mi vida, estuve llorando toda la cesárea, cuando me pusieron ese ser humano a mi lado, fue una experiencia sumamente hermosa, nació saludable, fuerte. Hoy día ese ser humano, es la razón de mi existir, lo AMO con todas mis fuerzas, es la personita que más quiero en este mundo, jamás me hubiera perdonado asesinar a mi hijo, no imaginan cuanto lloro cuando en las noches lo veo dormidito a mi lado, y pienso lo que casi fui capaz de hacer. Mi hijo es un niño feliz, siempre tiene una sonrisa en sus labios y es el regalo más bello que Dios me ha brindado.A todas las mujeres que se encuentran en una situación difícil, que están pensando abortar, DETENTE, no lo hagas, piensa primero, analiza, tu bebé no tiene la culpa, no te pidió venir al mundo, dale la oportunidad de vivir. Yo pude haber regresado aquella clínica pero no lo hice, porque Dios así no lo permitió. Un hijo no es una carga, carga será el llevar la culpa en tu conciencia del pecado de haber asesinado a tu propio hijo, tu propia sangre. Si te sientes triste, sola, escríbeme, estoy presta a ayudarte, aconsejarte por el camino del bien. Vamos a darle la vida a esas criaturitas inocentes, Dios no nos da carga que no podamos llevar. Y recuerda haz de esta mi frase tuya también "Las nubes negras y tormentosas no prevalecerán eternamente; el sol brillará de nuevo y las alejará". Ya no me importa el modelaje, no me importa el cuerpo, solo vivo para mi hijo, para verlo crecer sano y saludable y sobre todo, para inculcarlo en los caminos de aquel que lo guardo desde mi vientre y quien le dio la vida, Dios.Dios te bendiga, y que mi historia te sirva de ayuda para poder continuar hacia adelante, diciéndole SÍ a la VIDA y NO al ABORTO.

Rechazo de un regalito



Gracias por haberla encontrado en este momento, me llamo Verónica, tengo 22 años y me siento muy mal emocionalmente, así como deben sentirse muchísimas mujeres después que han decidido abortar, me siento cobarde por quitarle la vida al que hubiera sido mi hijo, pero fueron muchas las circunstancias que me llevaron a tomar la decisión, una es que el papá de mí hijo no aceptó su paternidad, otra mi madre dijo que no podía tener un hijo sin padre, yo en estos momentos no estoy trabajando y tuve mucho miedo que mi bebé naciera con malformaciones o enfermedades (a las cuales me tenia que enfrentar sola), mi bebé fue producto de incesto, lo cual complicaba la situación.
Buscando ayuda en internet encontré su dirección, aunque también encontré imágenes que me hicieron tener un colapso de nervios, el aborto de mi niño fue hace un mes y solo tenia 50 días de gestación, ahora que ha pasado el tiempo y que mi bebé ya no nacerá, analizo y pienso mucho en que si hubiera tenido un poco de valentía y no me hubiera dejado presionar, sé que mi bebé y yo hubiéramos salido adelante, sin embargo el hubiera no existe y ya no puedo solucionar nada, solo siento un gran vacío y un gran sentimiento de culpa. Pero ahora quisiera que me ayudará ya que no sé si podré soportar mucho tiempo esta situación, además que no quiero que el sacrificio de mi niño quede así y necesito estar bien yo, para poder ayudar a otra gente o ser útil y agradecida con la vida y con Dios, ya que rechacé el hermoso regalito que me enviaba. De antemano agradezco su atención y suplico me responda esta misiva. Que tenga un excelente día.
Vero

Ya hace màs de 15 años...



Me hice 3 abortos hace mas de 15 años, y me sentido muy culpable desde hace muchos años, me casé con el padre de esos bebes, hace 13 años y tenemos 3 hijos vivos. Yo entré en un a crisis de depresión muy severa hace aproximadamente 3 meses y he pensado en quitarme la vida, estoy muy desesperada y necesito ayuda, consulto a un neurólogo desde hace 6 días, y hace 4 días, pude por fin confesarme pero al padre le mencioné que había abortado pero no me atreví a decir que fueron 3.
AYÚDAME, ESTOY MUY DESCONSERTADA Y LLENA DE CULPAS Y NEGROS PENSAMIENTOS. NO PUEDO VIVIR ASÍ.

Desde entonces no vivo en paz


Desde entonces no vivo en paz.
No sé realmente como comenzar, aún me
duele lo que hice. Tal vez este demás escribir como me embaracé y los motivos que tuve para tomar esa decisión...
Cuando supe que estaba embarazada y el papá de mi bebé se negó a hacerse responsable, me entró pánico, sentí que se me cerraba el mundo, yo no podía hacerme cargo de otro bebe, por lo que decidí abortar, se lo sugerí al papá y él me dijo que lo hiciera, que él pagaba todos los gastos, así que hablé con un ginecólogo y me recetó un té y unas pastillas, así estuve un mes tomándolas. Cuando tomaba el té, mis ojos se nublaban y me mareaba, con las pastillas tenía dolores horribles ... eso fue por un mes, mi bebé se negaba a morir, en fin, vino el aborto, pero fue de la forma más horrible que pueda pasar: Acababa de despertar cuando sentí un flujo abundante entre mis piernas, me levanté y me fui al baño, sentí que algo grande salía, miré y vi que era un coágulo grande, me fui a acostar de nuevo, cuando volví a sentir otra vez el flujo, fui al baño, sentí lo mismo, un coágulo grande, miré el baño y con gran horror vi el cuerpecito de mi bebé, lo vi!, con sus manos, sus pies, sus ojos desarrollados, sus oídos, pero muerto, me di cuenta de la atrocidad que había cometido, yo no sabía que iba a expulsarlo ENTERO, con su cordón umbilical, mentalmente fue tan desbastador, aún no me recupero ni creo poder hacerlo, no tuve corazón para tirarlo a la basura, lo tomé de la taza del baño, lo dejé en una cajita dorada y lo enterré en una planta que tengo en mi recamará, sé que suena atroz, pero no pude tirar a mi bebé.
Desde entonces, no vivo en paz, me autocastigo, ni al ginecólogo, que me hizo el legrado posterior, le comenté que mi bebé salió entero. Tuve una hemorragia tan fuerte que me dio miedo, con el dolor y la hemorragia pensé que iba a morir.
Ahora odio al papá del niño, sé que la del error fui yo, yo no soporto esta carga moral.
Quisiera que conocieran este testimonio para decirles que lo que viví me ha devastado psicológicamente para toda mi vida. Vivo obsesionada contando las semanas que tendría mi bebé, me siento enfrente de la maceta donde enterré a mi bebé y lloro desconsoladamente, la imagen de mi bebé jamás se borrará de mi mente. Físicamente aún duele mucho el vientre, no sé si es secuela del aborto, no lo sé. Irónicamente el aborto de mi bebé fue el 28 de diciembre "Día de los Santos Inocentes" a las 10 semanas de gestación.

No quiero que vivan lo mismo que yo


No quiero que vivan lo mismo que yo
Hola, muy buenas noches, mi intención con estas líneas es que quienes estén pasando por esto, no se les ocurra seguir adelante, sé que es una elección, pero si pudiesen vivir lo que vivo yo hoy en día, dirían que no!
Mi nombre es Cinthia y tengo 29 años, hace aproximadamente 5 años, me enteré de que estaba embarazada, fue un golpe terrible, a pesar de llevar ya mucho tiempo en pareja, la decisión la teníamos desde el comienzo, solo tratábamos de encontrar a alguien que cumpliera bien su rol sin que yo tuviese complicaciones, a veces parece que hubiese sido ayer, recuerdo la forma en que juntábamos el dinero, de ese comprimido que tome un poco antes de ir a ese maldito asesino, al cual habíamos elegido, ese kiosco donde compre el agua mineral para tomar el comprimido, el colectivo que me llevo hasta ese lugar.
Sinceramente recuerdo las charlas que tuve con mi pareja, y a veces lo odie tanto ya que sentía que todo era mi decisión, y esa seria la que tomáramos, no llegue a reaccionar, todo sucedió muy rápida, luego de que me hicieron el aborto, sentí mucha angustia, pero también algo de alivio, ya que este me daba miedo a que pasaría luego, a que mi pareja estuviera junto a mi solo por el hecho de que había quedado embarazada, o que todos mis proyectos se esfumarían con todo esto.
La realidad es que desperté luego de unos años cuando comencé a sentirme muy angustiada, veía un bebé y me largaba a llorar, veía mujeres embarazadas y no podía dejar de recordar, lloraba tanto cada noche que ya no sabia como hacer para revertir esta situación, aun sabiendo que no tendría sentido que lo hiciera ya que todo había terminado.
Hace dos años, mi hermana menor quedo embarazada, con 22 años y se encontraba sin saber para donde correr, pero sabia cual seria su elección, SEGUIR ADELANTECON SU EMBARAZO, aun así le conté de mi sufrimiento para que no optara por lo que yo había decidido, ya que creo que si hubiese tenido quien me contara sus vivencias luego de semejante atrocidad, no hubiese elegido ese camino, GRACIAS A DIOS, hoy ella tiene un bebe hermoso por lo cual me siento orgullosa de ella, al principio fue muy difícil para mi ya que tenia algo de rechazo con su bb, pero con el tiempo pude cargarlo y mimarlo, gracias a Dios.
Para terminar con este relato, aquí comienza la segunda etapa, por la cual no dejo de culparme una y otra vez, en noviembre del año pasado logre quedar embarazada, tanto se lo pedí a Dios, pensando que me estaba castigando por la elección que había tomado, hasta que logré embarazarme, me sentía plenamente feliz, Dios me estaba dando una segunda oportunidad, pero al llegar casi a los tres meses, cuando fui a ver a mi medico, al hacerme la ecografía, salió que mi bebé, estaba muerto ya hacia una semana dentro de mi, aun habiendo pasado casi 6 meses aun no termino de reponerme y preguntarme, si esto es un castigo o que ya que , no permití que mi primer bebé, viviera y el segundo según los médicos son causas de la naturaleza, quizás logre embarazarme de nuevo, no lo se solo se la culpa que llevo en mi, el miedo, y la angustia que siento en mi cada mañana que despierto, toco mi barriga creyendo que se encuentra en mi, solo Dios sabe si lograre superar este momento, ya que no se como hacer para poder seguir adelante, me cuesta mucho hacerlo cada día..
Espero que quienes lo lean, les pueda servir para no cometer el error que yo cometí, el cual recuerdo cada uno de mis días, y la culpa por dejar que sucediera.

Testimonio de Paloma, 18 años


Me duele el alma…
Solo tengo 18 años y no he hablado de esto con nadie, solo puedo decir que me duele el cuerpo y el alma a pesar de el tiempo que ha pasado. Tengo un hijo de un año nueve meses y debería dar a luz a entre esta semana y la otra lo que me tiene muy mal, pero es solo conmigo estoy castigándome sola pienso, sufro imagino me toco el vientre y siento como lago se mueve dentro de mi sin tener nada. Mi aborto fue raro, casi ilusionante, mi propia mamá me lo hizo yo cursaba el cuarto año medio y solo me faltaban semanas para graduarme y tenia que trabajar aunque parezca de teleserie el papá de mi hijo (y el que maté), esperaba el nacimiento de su segunda hijo y estábamos juntos pero cuando nació su hija, yo me enfurecí por que el entró al parto cosa que con su hijo no hizo, fui y le pegué el también lo hizo, pero cuando dije que estaba embarazada, me dijo que yo tenia la culpa y que solo lo quería amarrar con otro hijo que todo había sido mi culpa y lloro, así me sentí culpable terminamos el mismo día que nació su hija, y yo acepte la decisión de un aborto era lo mejor sola joven y a un hijo a quien sacar a delante.
Mi mamá me ayudó a provocar el aborto con unas hierbas, pero yo sentía como mi hijo luchaba y no quería morir, lo hizo y no dio resultado, como no lo hizo yo ya me había hecho ilusiones, que como lo iba a ser con los dos y el se movía y cosas, pero la ilusión me duro poco y el día que menos quería comencé a perder sangre cuando llegué a mi casa lo vi como una perdida de sangre y nada más pero cuando la sangre parecía río sentí algo grande que había votado era mi hijo entero con sus manos y piernas con sus ojos y sumamente desamparado. Aun tengo su rostro gravado lo toque lo bese le pedí perdón pero aun siento el dolor ya casi tenia cuatro meses cuando el aborto dio resultado ya estaría en el noveno mes de embarazo y siento como se mueve aun, lo malo es que no puedo llorar como quisiera del corazón no pierdo la esperanza de tenerlo en mis brazos.
Paloma

9 de abril de 2008

Carta de un padre arrepentio



"Aunque no tuve la inmensa dicha de conocerte en esta tierra, te quiero mucho, pues a través de los ojos del alma te he vislumbrado. Sé que de haber podido nacer, tendrías el pelo negro de nuestro padre y los ojos vivos y alegres de nuestra madre; quizás hasta te parecerías en algo a mí. En esta carta, la cual con el favor de Dios espero que los ángeles te hagan llegar, quiero pedirte que nos perdones por no haberte permitido nacer."

Carta a mi hijo


Carta a mi hijo

Hijo... hoy tengo 32 años. Siete años más de los que tenía, cuando decidí que no conocieras la luz, que no tuvieras proyectos ni esperanzas; siete años que me negué a poder mirar tus ojos y tenerte dormido entre mis brazos, de no querer peinar tu cabello, ni calmar tu llanto. Hijo...perdóname por no saber lo que era negarte a ti la vida... con ello se extinguió también la mía. Quiero que sepas que aún cuando mi vientre se encuentre estéril y vacío, tú sigues y seguirás siendo mío.
Tu mamá.

Yo te matè hace tanto tiempo...


Yo te maté hace tanto tiempo...Lo que no sabía en ese momentoera que yo también moriría por dentro.
Nadie me castigó por esoY nada podría castigarme lo bastante.Pero todo este sufrimientoEs castigo más que suficiente.
Si yo pudiera regresar en el tiempoTu estarías aquí a mi lado...E intuyo ¡cuánto me habrías amado!
¿Podrás perdonarme,mi criatura desconocida?Y tu, perdóname por favor,Señor y Dueño de la vida!

Testimonio de Ma. Esperanza

Mª Esperanza Puente abortó hace años en Dator y denuncia la desinformación médica sobre el síndrome postaborto.
Esperanza está dispuesta a ir a donde haga falta para contar la verdad sobre el aborto
“Aborté hace diez años. Era bastante joven, estaba sola, sin nadie a quien acudir. Tenía miedo, y como te ofrecen esto, pues te lo planteas”.
Son palabras de Mª Esperanza Puente Moreno, portavoz de la Asociación Víctimas del Aborto, dedicada a ayudar a las mujeres que sufren el síndrome postaborto y de las que el mundo se olvida tras pasar por caja y por el quirófano.
JESÚS G. SÁNCHEZ-COLOMERDel 19 al 25 de febrero de 2005 ALBA
El seis de febrero Esperanza fue protagonista en La 2 de Últimas preguntas, y los frutos de tan valiente testimonio no se hicieron esperar. Una chica de 25 años, abandonada por su pareja y embarazada de 12 semanas, vio el programa y dejó de pensar en abortar. Otra, de 21. Y una tercera de 36, con cita para abortar, decidió no hacerlo. Las tres se pusieron en contacto con la Asociación Víctimas del Aborto, llamando al teléfono 637 110 328. Esto hace reflexionar. Desde que Esperanza saltó al terreno de juego, ha cambiado el signo del partido. Pero, ¿cuántos abortos no se habrían ejecutado si se las hubiese informado antes? ¿Por qué nunca se ha hecho?
"Soy portavoz de las Víctimas del Aborto porque soy víctima. Nunca nadie me informó de las consecuencias psicológicas que iba a sufrir tras abortar". Éste es el comienzo del relato de Mª Esperanza Puente, que cuenta a ALBA los recuerdos de la que ha sido la experiencia más dura de su vida: el aborto de su segundo hijo hace ahora diez años. Lo cuenta para que otras mujeres no cometan el mismo error. Es un testimonio doloroso, desagradable, pero, no podía ser de otra manera, es un relato que rebosa Esperanza, para muchas mujeres y para sus hijos.
La situación
"Te voy a explicar por qué soy víctima. Yo era joven y estaba sola. No tenía nadie a quien acudir. Tienes un problema importante, estás sola, llena de miedo, y como te ofrecen esta posibilidad, te lo empiezas a plantear. El tiempo aprieta cada día que pasa y tú sigues sola. Así que llamé por teléfono a la 'clínica' Dator. Yo estaba de tres meses y me dieron cita para el día siguiente, como con prisa, lo cual es normal, porque cuanto más tiempo tengas para pensar, para reflexionar, menos les conviene a ellos"; no en vano, los abortistas viven, y muy bien, del drama de estas mujeres.
"Al día siguiente fui a la clínica. Es algo extraño porque tú no quieres ir, pero la soledad te lleva, no te queda otra, es lo único que te ofrecen. Yo esperaba algo de información, y lo que me encontré en la Dator fue una situación surrealista. Allí no hay una mirada amable por ningún sitio, hay mucha frialdad. En la gente, en el ambiente. Ni una sonrisa. Te pasan a una sala de espera en la que sólo se oyen murmullos, y se tiene una visión tétrica: las caras de las mujeres que allí estamos. Esas caras no se me olvidan nunca".
¡No quiero!
Esperanza asegura que incluso después de tanto tiempo, "tu mente guarda recuerdos" que crees olvidar, "impresionantes", pero "tu conciencia humana natural te indica que no está bien lo que has hecho. Eso está ahí y por un motivo sin determinar, salta en tu cabeza en un momento dado". Entonces comienza el mayor sufrimiento psicológico al que se puede enfrentar una mujer: el síndrome postaborto, el hecho de asumir la muerte no natural de su hijo en su propio seno. "No necesitas ser creyente ni nada. Es algo irreversible que has hecho, que queda ahí para siempre, latente, pero que salta algún día. Lo has hecho, no tiene remedio y eso es algo que no te cuentan en ningún sitio. Por eso soy víctima."
Esperanza ha contado esta historia varias veces en los últimos meses, y aun así tiene que recuperar el aliento para enfrentarse al relato, porque espera que ayude a muchas mujeres, y cuya parte más dura comienza en un primer reconocimiento. "El médico no te dice absolutamente nada. Mientras te examina, por supuesto tú no ves la pantalla del ecógrafo. Verifica una serie de cosas y te mandan de vuelta a la sala. Tú miras las caras. Las chicas más jóvenes recuerdo que lloraban bajito, sin hacer ruido. Nadie comentaba nada con nadie y reinaba el silencio, cuando en tu interior gritabas muy fuerte: ¡no quiero! Pero son gritos ahogados, que no escucha ni quien tienes al lado, sólo los oyes tú. Entonces pasas al psicólogo y esperas que te diga algo, y no te dice nada. Quieres que te digan que no lo hagas. Pero al revés, te dicen que no pasa nada, que es algo muy sencillo, muy fácil, y que cuando acabes, te vas a casa como si nada, cuando la realidad llega después. La cosa es que el psicólogo te descuadra todo, porque esperas una mínima explicación, y allí no te dan ninguna".
Esperanza aún se muestra sorprendida, diez años después, al recordar el trato de un psicólogo únicamente preocupado en que pasara al quirófano para poder cobrar, sin importarle su situación, ni las consecuencias ni nada de lo que rodea a una mujer que, bajo tanta presión, se somete a un acto tan duro.
Luego se olvidan de ti
"Te pregunta qué tal estás, que con la cara que llevas no hace falta ni que contestes, y te dice que tienes que firmar un consentimiento informado." Este documento es de obligado cumplimiento cada vez que una persona se somete a una intervención. La vigilancia y el interés que se pone en este documento es extremo, pues de él depende que una persona acepte o no el someterse a una intervención médica, sabiendo siempre sus posibles consecuencias. Para ello la información médica ha de ser rigurosa, transparente y completa, "algo que no se da en el abortorio, porque no te explican nada sobre las consecuencias psicológicas que se pueden dar. Al revés, se da por hecho que tú quieres abortar, que no vas a sufrir consecuencias negativas psicológicas. Ni se preocupan por eso, y eso es real. En el documento escrito que te dan no dice nada de las consecuencias psicológicas o de los posibles traumas que pudieran darse, ni siquiera lo menciona como posibilidad. Te dicen que no pasa nada, que es muy rápido y que en cuanto acabe, te vas a casa, como si nada. En ese momento te sientes totalmente ida, desamparada. No eres persona. No te preguntan por qué puede suponer un mal para ti el seguir adelante con tu embarazo, que se supone que es el supuesto al que te acoges. Te informan menos que cuando te vas a sacar una muela. Te lo hacen y se olvidan de ti. Y tú apáñatelas como puedas.
La intervención
"Tras hablar con el psicólogo te vuelven a pasar a la sala. Estás desorientada. Al rato te vuelven a llamar y te dicen que te desnudes, sin pudor alguno; no te dan una bata ni nada, y vas desnuda hasta la camilla, y una vez que te colocas igual que si fueses a dar a luz, entra el médico. Recuerdo que tras ponerme una anestesia local, me dijo que como no me tranquilizase, íbamos a estar hasta mañana, y que me iba a doler más. Hizo la intervención. Es rápida y muy molesta. Yo estaba mirando al techo gritando ¡pare!, pero sin gritar. Quería salir corriendo de allí, pero no puedes. Es tan duro asumir lo que está pasando como la manera en que está pasando. Al tiempo que el médico hace su trabajo, las enfermeras tienen una conversación paralela. No están pendientes de ti."
Esperanza, mientras se acerca a esta parte de su relato, ya no puede contener las lágrimas, y a duras penas prosigue con lo más atroz del aborto, que fue ver los restos de su hijo metidos en un bote: "Lo echan en un recipiente de cristal y se queda ahí, apartado en un lado. Tú lo ves. Es curioso cómo antes del aborto no te dejan ver la pantalla del ecógrafo por si te arrepientes, pero una vez que estás en la camilla, les das igual. Lo dejan allí apartado, lo ves. Si estás de tres meses, no ves sólo líquido. Yo vi trocitos de carne.
Luego una enfermera se lleva el bote. En ese momento es como si te arrancasen con él la vida. Lo sientes aquí dentro", dice Esperanza golpeándose el pecho, "tu vida se va tras el recipiente, y ya no vuelves a ser la misma nunca. Te han arrancado de cuajo tu personalidad, tu vida, tu integridad. Lo notas salir de dentro. Y se lo llevan como el que carga un saco de patatas. Esa imagen no se te borra de la mente en la vida".
Esperanza continúa con el testimonio sin parar, porque si para, se viene abajo. Se lo sabe casi de carrerilla de haberlo repasado quién sabe cuántas veces en su memoria.
"Te vistes como puedes, sola, nadie te ayuda, y pasas a una salita diferente a la anterior, porque no permiten que las chicas que están esperando vean cómo te sacan de allí. Al final aparece una enfermera, te pregunta si te mareas, y si le dices 'no', te contesta: 'Pues hala, ya puedes irte a casa'".
En la calle
"Quieres salir a ver si te da el aire, pero dentro te has dejado algo, no estás entera, y se te cae el mundo. No sé ni cómo llegué a casa. Era viernes y estuve los tres días metida en la cama, sin levantarme ni para comer ni para ir al baño. Pero llega el lunes. Así que te levantas, te vistes, y te vas a trabajar. Como si nada. Eres otra, pero la gente no lo sabe. Es imposible llevar algo así".
Sobre el síndrome postaborto, Esperanza apunta como factor determinante el "no poder perdonarte. De las chicas con las que he hablado yo, les pasa de todo. Algunas ven a lo mejor un niño de cuatro años, que es la edad que debería tener su hijo, y se echan a llorar. Es algo que puede salir enseguida, a los cinco años o a los veinte, por un programa de TV, o por algo que cuenta una vecina. Eso está latente ahí, y un día salta. Entonces prepárate, porque en España nadie da ayuda para superar esta patología. Estás sola.

Vida Muerta



"Vida muerta"
Piececitos formados en mi seno-después de tres meses concebidos-andariegos futuros, ya impedidosdel libre movimiento, por mi decididopropósito de evitarte ser nacidos.
Sí, yo, tu madre -de tu cuerpo estuche-delegada por Dios para amparartedesde la propia entraña, en vez de amarte,fui verdugo implacable y el peluchede tu piel deseché al asesinarte.
Yo, llamada por Dios a ser tu guíaen el rudo bregar de este combate,fin le di a tu existir y aquel embatetortuoso de tu trágica agoníaprolonga el cruel tormento que me abate.
Piececitos que andarán por mi concienciaretumbando en las bóvedas de un sueñoinquieto y destructor; de piedra,ceñose haincrustado de luto ante tu ausencia:remordimiento eterno hecho en mí dueño.
¡Duro final segar en flor tu vida,comienzo de mi muerte indefinida!

8 de abril de 2008

Vaticano
Bebés no nacidos sí sienten dolor en abortos, confirma estudio
WASHINGTON DC, 30 Abr. 04 / 08:37 am (ACI).- Según informó la organización pro-vida Wisconsin Right to Life, un reciente estudio confirmó la capacidad sensorial de los bebés no nacidos y demostró que éstos sufren extremo dolor durante el proceso de un aborto.
La organización explicó que la mayoría de los neonatólogos “creían que los bebés en el vientre materno eran en su mayoría inmunes a sentir dolor”; sin embargo, con el uso de sonogramas e imágenes de ultrasonido en vivo, los expertos hay demostrado que un bebé de 20 semanas de gestación reacciona físicamente a estímulos externos como el sonido, luz y tacto.
“El sentido del tacto es tan agudo que sólo con un cabello pasado por la palma de un no-nacido es suficiente para que el bebé haga un puño”, agregaron.
Los cirujanos que realizan procedimientos correctivos sobre niños nonatos han encontrado que aquellos bebés se estremecerán, reaccionarán y retrocederán ante objetos agudos e incisiones.
El doctor Steven Calvin de la Universidad de Minnesota explicó que “los conductores nerviosos del dolor están presentes para ser experimentados bastante temprano por los bebés nonatos”.
Asimismo, Susan Armacost, Directora Legislativa del Wisconsin Right to Life, explicó que “el movimiento abortista ha tratado de convencer al público que el sufrimiento físico de los bebés nonatos durante el aborto es un mito”, y aclaró que “sin embargo, la prueba científica creciente de que niños nonatos sufren un insoportable dolor cuando son asesinados en un aborto destapa otra mentira más mantenida por la industria financiera del aborto”.
Tomado de Aciprensa. www,aciprensa.com

¿Què es el sìndrome postaborto?

  1. ¿Qué es el Síndrome postaborto?
    1. Una condición por medio de la cual el aborto destruye el vínculo natural entre los padres y su hijo, y que deja a la madre y al padre con la sensación de que les falta algo.
    2. Un conflicto que se crea en la mujer entre su papel de madre y el papel que desempeña en la destrucción de la vida de su niño no nacido.
    3. Una negación de la pena y el luto que una mujer tiene que reconocer y expresar por su hijo abortado.
    4. Una condición que debilita tanto física como emocionalmente, y que puede disminuir el funcionamiento y el bienestar de la mujer como individuo, en la sociedad y dentro de su familia.
    5. Un conflicto que otros miembros de la familia también experimentan en sus respectivos roles después del aborto.

¿Quién sufre del Síndrome postaborto?

1.Cualquiera puede sufrirlo.
2.Los hombres y mujeres que han perdido un niño debido a un aborto.
3.Los niños y abuelos que han perdido a un hermano o a un nieto a través del aborto.
"Es muy común que las mujeres tengan una reacción tardía a un aborto. Pueden transcurrir de algunas semanas a muchos años antes de que aparezcan síntomas." - Dra. Wanda Franz, Ph.D., Presidenta de la Asociación para la Investigación Interdisciplinaria sobre los Valores y el Cambio en la Sociedad.
¿Cuáles son algunos de los síntomas?
1.Negación, ira, culpa.
2.Incapacidad de tener relaciones en la sociedad.
3.Desespero o depresión.
4.Abuso de niños.
5.Incapacidad de perdonarse a uno mismo o a otros.
6.Pesadillas que se repiten.
7.Relaciones rotas.
8.Negación de la pena y la aflicción por el niño abortado.
9.Pena y aflicción por la pérdida del niño que sienten los padres, los abuelos, los niños, otros miembros de la familia u otras personas.
10.Desórdenes en el comer.
11.Preocupación por la muerte o en el aniversario del aborto.
12.Pensamientos o tendencias suicidas.
"Cuando sostengo al bebé de un amigo, lo sufro todo otra vez. Siento gran tristeza porque el mundo nunca conocerá a los dos hijos que aborté." - Linda Marie.
"Físicamente no tuve problemas con mi aborto, pero emocionalmente viví un infierno que continúa conmigo diariamente." - Terri Fangman.
"Me dijeron que esa era la mejor decisión. Pero no me hablaron sobre el vacío emocional y físico que iba a sentir y que me destruiría para siempre. ¿Qué puedo hacer con el dolor que siento?" - Nereida Ortiz.

Consejo para la persona que estè pensando abortar.


Mi consejo para la persona que esté pensando en practicarse un aborto es el siguiente:
Primero, le advierto que esta práctica no se ajusta a la ética médica si la "paciente" no ha sido informada debidamente antes de dar su consentimiento. Los aborteros no te advierten que hay dos pacientes corren riesgos (usted y su hijo por nacer), ya que su único interés es la ganancia financiera. Esa es la razón por la cual no te dicen la verdad acerca de los daños físicos, y menos aún, que existen otras alternativas.
Segundo, evítese el terrible trauma postaborto que inevitablemente seguirá al aborto. Uno comienza a justificar el aborto en el mismo momento en que el succionador comienza a funcionar. Generalmente toma de cinco a nueve años llegar al arrepentimiento. Nadie me dijo que al ejercer mi carrera de magisterio sentiría dolor al ver a los niños del segundo grado, ya que mi propio hijo hubiera estado ese año en dicho grado.
Tercero y lo más importante de todo, evite tener que pedirle perdón algún día al hijo perdido y rezarle de esta forma: "Si te hubiese conocido entonces, como te conozco ahora, nunca hubieses muerto."
Finalmente, acuda a un grupo pro vida, que le proporcionará información sobre las alternativas al aborto. Estos grupos han ayudado a miles de mujeres tan desesperadas como usted. Su esperanza cobrará vida desde el momento en que los llame.

7 de abril de 2008

Aborto por nacimiento parcial

Guiado por la ecografìa,el abortero sujeta la pierna del bebè con fòrceps.
La pierna del bebè es sacada fuera.

Tirando del fòrceps,el abortero extrae del canal genital,el cuerpo del bebè, excepto la cabeza.


El abortero clava unas tijeras en la regiòn occipital del bebè, despuès las abre para agrandar el agujero



El abortero introduce un catèter en el agujero, a travès del cual vacìa el cerebro por succiòn; finalmente extrae la cabeza del ùtero. El procedimiento ha terminado.


Aborto por histerostomìa u operaciòn cesàrea


Este procedimiento se realiza durante los últimos tres meses del embarazo. Consiste en realizar una cesárea, no con el objeto de salvar al bebé por nacer, sino para dejarlo morir o para matarlo directamente. Como se trata de una intervención quirúrgica mayor tiene frecuentes complicaciones.

Aborto por dilataciòn y evacuaciòn


El aborto por succión se hace entre la 6ta y la 12va semana. Este método se lleva a cabo introduciendo un tubo a través de la cérvix (la entrada del útero), el cual está conectado a un potente asirador que destroza el cuerpo del bebé mientras lo extrae. Después, con este tubo o con una cureta (cuchillo curvo de acero) el abortista corta en pedazos la placenta separándola de las paredes del útero y la extrae. Casi el 95% de los abortos se hacen en esta forma. A veces se pueden identificar claramente las partes del cuerpo.
El 85% de los abortos en los Estados Unidos se llevan a cabo por este método en el primer trimestre del embarazo (12 semanas). Se inserta en el útero un tubo hueco que tiene un borde afilado, una fuerte succión despedaza al bebé y lo deposita en un recipiente.

Aborto por succiòn o aspiraciòn


El aborto por succión se hace entre la 6ta y la 12va semana. Este método se lleva a cabo introduciendo un tubo a través de la cérvix (la entrada del útero), el cual está conectado a un potente asirador que destroza el cuerpo del bebé mientras lo extrae. Después, con este tubo o con una cureta (cuchillo curvo de acero) el abortista corta en pedazos la placenta separándola de las paredes del útero y la extrae. Casi el 95% de los abortos se hacen en esta forma. A veces se pueden identificar claramente las partes del cuerpo.
El 85% de los abortos en los Estados Unidos se llevan a cabo por este método en el primer trimestre del embarazo (12 semanas). Se inserta en el útero un tubo hueco que tiene un borde afilado, una fuerte succión despedaza al bebé y lo deposita en un recipiente.

Aborto por inyecciòn salina


Se utiliza solamente después de las 16 semanas. El líquido amniótico que protege al bebé se extrae, inyectándose en su lugar una solución salina concentrada. El bebé ingiere esta solución que le producirá la muerte 12 horas más tarde por envenenamiento, deshidratación, hemorragia del cerebro y de otros órganos y convulsiones. Esta solución salina produce dolorosas quemaduras graves en la piel del bebé. Unas horas más tarde, la madre comienza "el parto" y da a luz un bebé muerto o casi muerto.

Aborto por dilataciòn y curetaje


Este bebé fue destrozado con un afilado cuchillo curvo (cureta) mientras se encontraba en el vientre materno. La enfermera debe juntar todas las partes del cuerpo para asegurar que ha sido extraído totalmente o podría sobrevenir una grave infección uterina.
Este método abortivo se utiliza a finales del primer trimestre o principios del segundo, cuando el bebé ya es demasiado grande para ser extraído por succión. Es similar a este último método, pero en vez de despedazar al bebé por aspiración, se utiliza una cureta o cuchillo, provisto de una cucharilla, con una punta afilada con la cual se va cortando al bebé en pedazos, con el fin de facilitar su extracción por el cuello de la matriz. Luego se sacan éstos pedazos con la ayuda de fórceps. Este procedimiento tiene más riesgos para la mujer que el método de succión. *

Procedimiento del aborto con la pìldora(prostaglandina


Este potente fàrmaco se administra para provocar violentas contracciònes en el ùtero,con objeto de expulsar al bebè prematuramente y causarle la muerte.
Sin embargo a veces el bebè nace vivo, lo que el abortista considera como una "complicaciòn"